El Zizuo del amor

EL Zizuo del amor
Mi colega ErFi ha aparecido,
ha estado toda la semana,
dándole mandanga de la buena,
a la dulce y tierna fierecita.
El cabrón entiende,
una playita,
un ya tu sabes,
un mondongo,
un buen rollo,
y mira...,
que se la metió hasta el fondo.
Mi colega Erfi ha aparecido,
apenas sin voz me ha contado,
no es mi móvil, es su voz,
que lleva cable de huevos,
ya tu sabes, un selfing caipiriña,
un M, un besico, un buen rollo,
toda la semana
dale que dale al mondongo,
que te como to el potorro.
Mi colega Erfi es el Zizuo del amor,
mientras otros se dedicaban
a joderle la vida al prójimo,
mi colega Erfi ha estado dedicado
a repartir amor desde el centro del campo,
ya tu sabes hermanico...,
distribución de juego, atrás alante,
buscando el hueco y pa dentro...
Mientras los hijos de puta se dedicaban
a joderle la vida a los demás...,
mi colega Erfi estaba distribuyendo juego,
como los buenos artistas,
coloreando de amor el firmamento.
Una semana perdido en el laberinto,
jugando al ñaca ñaca, al toma toma,
ajeno al mundo virtual,
sumergido en el cosmos de los besos,
los flujos, los aceites esenciales, los cuerpos,
imbuido en el placer de unos ojos brillantes,
absorto en el olor de un pelo largo y sedoso,
enredado en la red espiral,
perfumado de avellanas y dátiles,
trepando por racimos de caricia eléctricas,
escalando la hélice de veintitrés escalones de pura vida.
©Rubén Darío Vallés Montes

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