Poema del pájaro carpintero
POEMA DEL PÁJARO CARPINTERO. Yo nunca iré a Cuba, ni a Cancún, menos a New York, ni a Tokio. Porque yo soy un niño malo, un niño protestón que molesta, de esos que dan por culo y no se callan, y menos asiente cuando aquello es injusto, nefasto, una mentira flagrante. Por eso yo nunca iré a Cuba, ni a Cancún, ni a NY ni a Tokio. Tampoco recibiré ningún premio, quizás un elogio entre bambalinas, un elogio silencioso para que no se entere nadie, un elogio de esos oscuros con la intención de sacarte algo, robarte algo, sacarte algún provecho, como si no te dieras cuenta, como si fueras un ingenuo, un alma cándida, que lo soy, a la que se satisface con un café y un brindis de anís. Yo nunca iré a ningún lado, y seguiré en esta cárcel donde me dejan apenas vivir, donde cuentan los días que faltan, hasta que me llegue la muerte, y entonces llorarme dos lágrimas, antes de lanzarse como buitres sobre mis tesoros de apenas tinta, de apenas colores. Los muy cerdos. RDVM2018.