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Mostrando entradas de enero, 2016

La columna

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La columna, los pilares del periódico, las señas de identidad, el sello, la personalidad. Las vertebras, el engranaje, el enfoque, la mirada, la interpretación, el valor intrínseco, la voz, el detalle, la diferencia. Por aquellos entonces yo tendría catorce, quince, dieciséis años, diecisiete. Desde los doce años, quizás antes, leía los periódicos. Mi afán, la curiosidad por aprehender, el hambre por comprehender el juego de la vida, o quizás, simplemente, el estar informado del mundo, para entenderlo y desenvolverme en él. A parte de leer libros que caían en mis manos o me iban llamando desde las estanterías de las bibliotecas, siempre leía los diarios, ese abanico democrático de información, con sus distintos modos de mostrar e interpretar la “realidad”. Me llamaba la atención el periodismo, la narración de los hechos, el enfoque de tal o cuál periódico; la influencia social, económica y política, que tenía el cuarto poder; los matices, los intereses, el encuadre de las not

La hostelería, esa cenicienta. La Cónsula

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Añadir leyenda   La Hostelería, esa cenicienta. Qué vergüenza, un país, una autonomía, una provincia, que vive del turismo, y trata a los trabajadores del gremio como ciudadanos de tercera, ciudadanos explotados, ciudadanos tratados como esclavos. Y tienen la desfachatez de llenar sus sucias bocas proclamando a los siete cielos que quieren un turismo de calidad. Así lo cuidan, cerrando La Cónsula de Málaga, referente nacional de las Escuelas de hostelería, de dónde han surgido tantos y buenos profesionales del gremio, muchos desarrollando su trabajo en el extranjero. ¿Esta es su política? Estafadores. ¿Y Granada? ¿Granada, esa ciudad del monumento más visitado de España, esa provincia privilegiada de altas cumbres nevadas, y único clima tropical de Europa? Granada está estancada, es el hazmerreír del reino, es lo máximo que se puede usted encontrar, el culmen de la estulticia y el abandono más horrendo; más de un año removiendo la perdiz de un convenio que huele a