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EL PUEBLITO

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El pequeño pueblito de pescadores había sido diseñado, allá por los años del boom, para el turismo de masas, y ya poco quedaba de sus humildes orígenes. Ahora todo había cambiado, se había reconvertido, había dejado atrás el simpático pajaritos a bailar y el gracioso españolito en bañador de slip paseando como palomo por la orilla de la playa, pelo en pecho, en busca de suecas enamoradizas. Todo se había modernizado, puesto al día del nuevo tiempo, que sin duda era ya también viejo. Sólo quedaba demolerlo todo para volver al origen. Pero mientras tanto la caja registradora seguía trabajando a buen ritmo para el turismo a gran escala de fiestas, drogas, y borracheras alimentadas con sexo, playa, vómitos, y toneladas de comida basura. El puebleito era ahora el retiro perfecto de esparcimiento, desenfreno, y cuerda suelta para desfasar y comportarse como un feliz cerdo revolcándose en el fangal. Era tanto el putiferio que se había creado para los tres meses de hastío,

EN BLANCO

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EN BLANCO En las elecciones municipales por Granada se presentan Vamos Granada y Juntas Podemos. ¿Diferencias? Ni idea. Hasta hace poco, ignorante de mí, creía que eran el mismo partido. ¿El mismo partido? No lo sé. Sólo sé que en estos cuatro años ha habido división en este Podemos salpimentado por IU, y que al final ha terminado como el rosario de la aurora, con denuncias en el juzgado y fotografías de miembros y miembras ocultas bajo el pollo empanado y la merluza a la romana en el congelador antibacteriano de los recuerdos de un tal Matarán que dimitió, y otro miembro que expulsaron en la refriega, y que a pesar de todo se ha llevado el sillón del consistorio a su casa y con él la gratificante nómina de concejal, que sin duda equilibrará su ocaso laboral y dulcificará su pensión jubilar hasta el fin de sus placenteros días de paseos y tertulias. Yo ya no me entero de nada, y como decía mi abuela, seguro que me estoy volviendo gilipollas, o más bien me est

De tres caras

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En esta mochila llevo cuatro capos escondidos, una mano de buenas cartas con la que ganar cualquier partida. Cuatro más uno que juega de joker y lleva un jaguar dentro de sus dientes. Cuatro más uno. Cuatro más uno en una galaxia de estrellas, entretejidas, dentro de un agujero negro de tres caras. Aprendí a mantener la boca cerrada yo que tanto hablaba. Aprendí a mantener la boca cerrada, era peligroso hablar. Todo lo que dijera podía ser utilizado en mi contra. El mundo era hostil, y el peligro acechaba dentro y fuera, uno no estaba a salvo dentro de las cuatro paredes ni fuera de ellas. Aprendí a callar, a mantener la boca cerrada. A escuchar, a oír, incluso a embadurnarme de jabón para que las palabras resbalaran como el viento sobre el calmado e inaccesible mar. Yo que tanto hablaba. Me volví mudo, me hicieron mudo. Como una tortuga, dentro de mi cráneo, era esa la única forma de escapar, la única forma posible de mantenerme a salvo, lo mejor. Cerrar, las compuertas de mis hues

A mis amigos

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   A MIS AMIGOS ¿Te acuerdas cuando jóvenes?, cuando íbamos por ahí, paseando, o sentados en los últimos asientos del autobús, y de pronto algo ocurría o no ocurría nada, y empezábamos a reír, y llorábamos de risa sin saber porqué, y era mirarnos y revolcarnos de risa, hacíamos lo que nos salía del alma, lo pasábamos realmente bien de acá para allá, el mundo era nuestro hermano. Lo pasábamos divertido, como si fuéramos los putos amos del universo hermano. ¿Te acuerdas? Aquello era genial. ¿Te acuerdas las caras de la gente como nos miraban como si fuéramos extraterrestres, o pequeños demonios, o duendes del parque?, y contra más nos miraban, más caras de imbéciles se les ponían, ¡cómo nos miraban aquellos gilipollas!, y contra más nos miraban, más nos reíamos nosotros de aquellos estúpidos. Porque era cierto, y no estábamos equivocados, aquellos tipos eran unos auténticos gilipollas. Era un espectáculo vernos r

Sebastían Pérez

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     SEBASTIÁN PÉREZ Será por tanto Granada Noir, erre que erre, que todo me parece una película de gánster. Y es que si un tipo te suena por noticias como: ten cuidado cuando andas con la moto no vaya a ser que sufras un accidente; o votaciones del partido manipuladas; o compañeros del partido expulsados, o silenciados; o juntas de gobierno acusadas de esto y aquello, (de llevárselo doblado, arruinar a un ayuntamiento, a una ciudad); exalcalde defenestrado del que nadie quiere saber en su partido, del que nadie parece saber nada, ni tan siquiera conocerlo…Todo...todo… resulta extraño, y frío, incluso peligroso. Pero esto debe ser por la mala influencia del Granada Noir, y lo que parece una película del género negro donde los malos se juntan con los buenos, y todo sale a la superficie hinchado y oliendo a peces muertos, debe ser solo eso, una mala influencia del Granada Noir. Porque claro, ¿por qué no va a ser un buen alcalde para Granada Sebastián Pérez? Un se

Mujer que pintas iglesias

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MUJER QUE PINTAS IGLESIAS Todos los hombres son malos, las mujeres todas buenas. Los hombres son todos unos hijos de puta, las mujeres todas unas santas. El hombre siempre denigra, el hombre solo quiere a lo mujer como objeto, para follarla, y hacerla su criada. La mujer siempre lo hace de corazón, ella no tiene intereses ocultos solo se guía por su puro corazón, y el sexo es secundario, la mujer no piensa con el coño ni con el monedero. Papá siempre fue un cabrón dictador, pero en casa mandaba mamá, y se hacía siempre lo que ella decía, y así nos educaron. Y así salimos, hijos de puta, que vamos matando a mujeres con la metralleta por la calle, así salimos de hijos de puta, por supuesto más idiotas que cualquiera de las mujeres. Porque las mujeres siempre son más listas, como mamá, que siempre está ocupada, porque los hombres no saben hacer nada, nada de nada, son unos inútile