A mis amigos
A MIS AMIGOS
¿Te acuerdas cuando
jóvenes?,
cuando íbamos por
ahí,
paseando, o sentados
en los últimos asientos del autobús,
y de pronto algo
ocurría o no ocurría nada,
y empezábamos a
reír, y llorábamos de risa sin saber porqué,
y era mirarnos y
revolcarnos de risa,
hacíamos lo que nos
salía del alma,
lo pasábamos
realmente bien de acá para allá,
el mundo era nuestro
hermano.
Lo pasábamos
divertido,
como si fuéramos
los putos amos del universo hermano.
¿Te acuerdas?
Aquello era genial.
¿Te acuerdas las
caras de la gente
como nos miraban
como si fuéramos extraterrestres,
o pequeños
demonios, o duendes del parque?,
y contra más nos
miraban, más caras de imbéciles se les ponían,
¡cómo nos miraban
aquellos gilipollas!,
y contra más nos
miraban,
más nos reíamos
nosotros de aquellos estúpidos.
Porque era cierto, y
no estábamos equivocados,
aquellos tipos eran
unos auténticos gilipollas.
Era un espectáculo
vernos riéndonos de la vida.
©2009
Rubén Darío Vallés Montes.
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