Pa reventar
Pa
reventar
Así
estaba Granada el domingo al medio día. La manifestación
multitudinaria convocada por la plataforma Justicia por la Sanidad
llenó las arterias principales de Granada, desde la Caleta a Puerta
Real pasando por la Gran Vía y la Plaza del Carmen, en un caluroso
día de otoño. Gentes venidas desde todas las provincias de
Andalucía tomaron la calle pertrechadas de globos blancos, azules y
rojos, abanicos y sombreros. Granada despierta, Andalucía despierta
pidiendo dignidad, servicios sanitarios decentes para los ciudadanos,
pidiendo justicia, contra los recortes, contra los tejemanejes
políticos, contra las administraciones paralelas que pretenden
privatizar la sanidad pública, como ya pasó con los servicios de
agua, con los puertos, con los aeropuertos, con telefónica y
correos, con las cajas de ahorros, con las carreteras, con la
educación... con la Alhambra, con la sierra; ese afán liberal de
entender lo público como una losa, privatizando a medias, cobrando
diezmos, cediendo a las empresas afines la gestión y el control de
los bienes de todos. En eso estamos. En esa política que trata lo de
todos como un bien particular de unos cuantos, con derecho a hacer y
deshacer, a decidir según sus turbios intereses. Por eso en esta
mañana de domingo a pesar de los 37º afixiantes, a pesar del puente
del Pilar, miles de granadinos y andaluces han venido a Granada a
reivindicar una sanidad digna y universal, donde no se recorte en
personal, donde no aumenten las listas de espera, donde no se trate
al paciente y al personal médico como meros números y mano de obra
a destajo con la que sacar réditos empresariales. Porque la sanidad
pública no es una empresa donde el objetivo es ganar dinero, que es
en lo que se han empeñado los dirigentes políticos-empresarios, que
igual gestionan el turismo, que la agricultura, que la educación,
que la sanidad; como empresarios con hojas contables, con pasivos y
activos, con balances de cuentas y toda esa jerga empresarial. Y en
esa estamos, en el desguace de lo público, a poquito a poco, a la
chita callando, moviendo sillones cuando conviene como piezas de
ajedrez, cambiando nombres a esto y aquello para hacerlo
incomprensible, para seguir con el pingüe y lucrativo negocio de la
salud, mientras nuestra sanidad se desquebraja y deteriora. Y ante
las propuestas y movilizaciones de la ciudadanía, la respuesta
Maquiavélica, la táctica Rajoniana de dejar pasar el tiempo,
dilatarlo hasta cansar al contrincante, hasta agotarlo, marearlo,
infringiendo a su vez, sibilinamente, todo el poder de la
administración contra aquellos que no tiran la toalla, utilizando su
basta tela de araña para deteriorar, difamar, poner en duda todas y
cada una de las voces que se nieguen a sus dictámenes. Como si los
ciudadanos fuésemos los enemigos.
Pero
este domingo en Granada se ha vuelto a alzar la voz, mucho sol y sol
y mucha luz, sin una bandera, sin un signo político ni sindical,
solo globos, y abanicos, y sombreros, e ilusión contenida porque es
posible, es necesario y urgente cuidar y proteger lo nuestro. Así se
escuchan voces que claman, Susana dimisión, o vamos a acabar con
vuestro cortijo, o dónde estará el alcalde de Graná; vete tú a
saber... estará almorzando con su partenaire Luis Salvador. Con la
salud no se juega. #yeah
Publicado por el periódico GRANADA HOY.
Publicado por el periódico GRANADA HOY.
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