Letra pequeña





Letra pequeña

Nos vendieron, « Lo conseguimos, transbordo gratuito, somos unos hachas». Y todos aplaudimos emocionados, con lágrimas en los ojos, y dijimos: ¡olé ahí vuestros huevos! Pero no. Somos unos cándidos ilusos. Han cambiado de nuevo todas las líneas de autobuses. ¿Por qué? Para tener a la gente entretenida. Y de transbordo gratuito NADA. De metro a bus te cuesta dinero. Seguimos teniendo que utilizar el bono rojo y amarillo, haciendo cábalas para que nos saqueen lo menos posible. Se han sacado un jueguecito de la manga que se llama: Los tres saltos. Así que cuando vas a recargar la tarjeta amarilla al estanco debes analizar y avisar si quieres uno, dos, o tres saltos, o tirar los dados a ver que sale y saltar de oca en oca. Como los políticos tienen vocación de cuentista se han inventado este póker farfullero y han tomado el modelo de la rayuela, y como el engaño es fragante, para farolear, el del fular del consistorio con sus imaginativos asesores, han sacado del cajón de los recuerdos la idea de llevar el metro por la Gran Vía hasta Puerta Real. ¡Lo que nos faltaba!
Lo de siempre, que estos políticos mienten más que hablan y de medias verdades andan sobrados, pero a nadie se le escapa su desinteresado interés ciudadano que es: mirar por ellos y su familia, su amado partido. Pero ya nadie es tan tonto como para creerse sus milongas y lisonjeas, y mucho menos cuando se acercan elecciones y empiezan, nerviositos perdidos, a sacarse proyectos futuristas de la manga, vendiendo ilusionismo, y millones y millones de euros para esto y para lo otro. Está bien el teatro, pero ya nos conocemos la función, y cansa más que un borracho en la barra de un bar repitiendo la misma película delirante.
Estos políticos son una especie para estudio, National Geographic debería hacer una temporada completa con ellos. Así que cuando saltan con una nueva trampa, yo me digo, antes de pasar página, acordándome de Chiquito de la Calzada en gloria esté: -¡Nor ! ¡Quietor! ¡Te ha dao cuen...! ¡Quieto parao! ¡Por la gloria de mi mare! ¡No puedo! ¡No puedo!- Y es que con esta calor que muerde las carnes se echa de menos a Curro Jiménez: ¡Algarrobo, rápido, a los caballos!



                                         Publicado en Granada Hoy el 8 de agosto del 2018

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