REQUIEM POR UN SOCIALISTA ESPAÑOL

                                              Requiem por un socialista español

Como un blues lleno de dolor y nostalgia, una tumba abierta, un cadáver en clave de sol, ni sienta ni padece; así está él, detrás de la vitrina, el frió cristal; en la sala la familia llora, ríe , discute, recuerda. Qué bueno era, cuanto hizo por todos. Hoy ya frió, muerto, anduvo como un zombi muchos años, comenta un primo cercano, se le veía muy mal, moribundo, triste, deprimido, no era ni una sombra de lo que fue; qué buenos tiempos vivimos juntos, comenta una prima venida de cuenta; no se cuidaba, se lo advirtió el médico pero no hizo caso, se hizo el harakiri. Cuanto lo queríamos, cuanta ilusión, pero fue cuesta bajo como una pelota que cae hacia el abismo. Vosotros lo empujasteis mal nacidos, recuerda el más viejo de la familia ante el estupor de todos; si, vosotros lo hicisteis caer, ahora no queda nada, un triste cuerpo frió detrás de una urna. Todos callan, se miran y salen fuera de la sala. El cadáver se queda solo. A fuera empieza a percibirse el humo que sale de la chimenea, nadie se mira, se empiezan a escuchar cuchicheos, habrá que repartirse la herencia. Aún presente, los buitres comienzan a sobrevolar el cielo. El socialista ha muerto. Descanse en paz.