Noche de Halloween.
Noche de
Halloween
Un padre y su hijo pasean por las
enrevesadas calles de Maracena, cuando... - Papá, ¿qué es eso tan
feo? - Es un teatro fantasma. ¿Por qué lloras? - Me da miedo. - No
te preocupes, los fantasmas y espíritus solo salen por la noche. -
¡Cállate, estás tonto...! ( El padre sonríe y le hace un gesto
de... uuufff) - ¿Quieres que te cuente una historia de terror...? -
Vale, pero no me des muchos sustos. :- Había un tiempo donde la
especulación campaba a sus anchas, y el dinero circulaba en sobres y
en maletines vestidos de quinientos; Los ayuntamientos competían
entre si a ver quién hacía la mayor salvajada. El alcalde de
Granada quería construir una ópera y se inventó un concurso, donde
ganó un coreano; pero aquello fue un espejismo del que al tiempo
nada se supo. Así, celosos, los alcaldes de los pueblos cercanos se
pusieron manos a la obra, no iban a ser menos..., e hicieron
construir teatros, y palacios de congresos, y plazas de toros
cubiertas, y palacios de hielo; unos se terminaron a duras penas,
otros se proyectaron y quedaron a medias; los billetes, y las
alcantarillas, y el tendido eléctrico, y todo aquello que se pudo
revender en el mercado negro, se esfumó; aquello fue el despiporre,
la fiesta padre; alcaldes, concejales, y constructores, terminaron en
los banquillos de los tribunales, y el pueblo y sus arcas esquilmados
y anestesiados por un tsunami de escándalos tras escándalos. -
Papá, ¿esos son los que la abuela llama vampiros, no...? Claro. El
Conde Drácula vivía en un castillo lejano llamado San Telmo, y de
cuando en cuando, marchaba por sus tierras a brindar con sus amigos
y a festejar los buenos negocios. Fue en ese tiempo de oscuridad
cuando se empezó la construcción de este teatro. Cuentan las brujas
del pueblo que existe una maldición..., que hubo un tiempo, allá
por principios del siglo pasado, donde Maracena era conocida en todo
el mundo como el pueblo comunista, y un sindicato de anarquistas
llamado CNT era el dueño de estas mismas tierras, donde hoy se
levanta el tenebroso esqueleto de cemento; aquí mismo, bajo este
suelo que pisamos, había una escuela que llamaban del pueblo.
Entonces estalló una guerra cruel y sangrienta, y el terreno fue
expropiado a los anarquistas, y la escuela desapareció para siempre.
Cuando cae la noche, nadie se acerca aquí, se escuchan aullidos, se
escuchan lloros y lamentos. Es el teatro fantasma. -¿Truco o trato?
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