Dígame usted

Dígame usted

Sobre la ayuda al alquiler 2015. Sobre el Modelo 600 (impuesto de Actos Jurídicos Documentados) que nos piden ahora para abonarnos la ayuda. - Yo no sé nada-. Estoy llamando a Fomento de la Junta. Hace un mes abrieron la solicitud para una nueva ayuda 2016, sin haber pagado aún la del 2015. Se han fundido la pasta. No tienen dinero. Y ahora, después de año y medio, después de documentos y documentos, se les ocurre que tenemos que pagar el Modelo 600. Así que el funcionario dice no saber nada del asunto, y se escusa con que acaba de llegar de vacaciones. Si yo fuera un perro verde levantaría mi pata y mearía en una esquina. Así que cuelgo y voy al edificio del reloj en Joaquín Eguaras, atestado de almas como la mía, que penan de uno a otro sitio, cargados con una tormenta de documentos. Subo a la tercera planta y veo a mis dos amigos funcionarios, ya nos conocemos, y pregunto hasta cuando se puede entregar el Modelo 600. Ya está este otra vez aquí, se dicen con la mirada. Y me dicen que no saben. ¿Que no saben? ¿En algún lugar alguien habrá firmado un documento oficial con la nueva orden? No existe, dicen, es una orden que ha dado el Interventor de Granada. Así sin más. Una orden que no consta en ningún lado. Ni BOE, ni BOJA, ni BOP, ni nada. Una orden del Interventor, para recaudar, y punto pelota. Yo alucino. Si fuera una rata grande y azul como un gato, me pondría a roer expedientes con foto. Y es que los amigos de la Junta son un chiste sin gracia. Trápalas oficiales protegidos con Decretos de la manga. Y mi amiga Susana de vacaciones en Barbate, y el señor Interventor de Granada de copas con los amigotes. Esto es un cachondeo, acto segundo en el teatro de lo absurdo, oiga, y en el mes de agosto.

El sistema se hunde, se va por el desagüe, pierde por todos lados, le quedan tres tardes, se va al garete. Es un desastre sin remedio. Preguntas por la salud y te responden con un: no ha estado mal la fiesta. Se desmorona a pasos agigantados como un tejado mohoso por las humedades. Si yo fuera una cigüeña plateada, esta misma tarde emigraría, antes de ser achicharrada. No hay nada que hacer, me dice una cabra que pasea con sus cuernos. Esto se ha ido a pique, mujeres y niños primero. Maricón el último. No sé si tomarme otro antidepresivo, o tomarme cuatro anises secos, o llamar a mi gurú y pedirle cita, y que me venda la moto.


El Interventor de la Junta riéndose de la cara la virgen.
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 Hoy, 11.08.2016, en IDEAL DE GRANADA, mi artículo: "Dígame usted"