No tienen vergüenza
No
tienen vergüenza
Buenos
días, ¿en qué puedo atenderle? Son las 19:00 horas. Así me
recibe la amable señorita del servicio de atención telefónica de
la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Le consulto para
saber cuándo me llegará la cita para ser atendido por el
especialista del aparato digestivo. Tras preguntarme mis datos, me
dice que no tienen notificación, ni siquiera les ha llegado; me
explica, que según el decreto, tienen un plazo de hasta 60 días
para darme la requerida cita, que previamente me ha mandado mi médica
de familia.
Pongamos
que tengo cáncer de colon, el tumor maligno de mayor incidencia en
España, entre 28.000 y 33.800 casos anuales; el que más está
aumentando en los países desarrollados. En fases iniciales, el
índice de supervivencia es del 90%. Bien, en mi solicitud de
especialista, realizada hace 10 días, escrito a mano, pone:
diferida; y efectivamente, no está ni siquiera en trámite, según
me acaba de decir la amable señorita que se acaba de levantar.
Esto
no es un tema de palacio, se trata de vida o muerte, y por lo tanto
no debería ir despacio. Si hago cuentas: 60 días para darme cita,
3, 4, 5 o 6 meses más, para ser atendido por el gastroenterólogo,
más pruebas, esperas de resultado y más trámites..., resulta que
hasta dentro de un año no empezaría a ser tratado, por lo que el
cáncer dejaría de estar en una fase inicial, y mis probabilidades
de superarlo menguarían. Probablemente, pasaría a ser una cifra
más, que engrosaría el número de fallecidos por esta enfermedad.
¿Qué
debo hacer?, si no dispongo de recursos para acudir a un especialista
privado. ¿Cabrearme? ¿Tener paciencia y conversar mientras tanto
con el de la guadaña? Dígamelo usted por favor...
La
señorita después de escucharme pacientemente, y decirme sin
palabras ante mis quejas: -¿qué quiere usted que yo le haga?-, se
ha despedido muy amablemente, con un prolongado y sensual:
-gracias..., que tenga usted un buen día-.
En Ideal de Granada, 15.07.2016
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