Un Estado de derecho

El comportamiento del partido popular desde que llegó al poder con la mayoría absoluta deja mucho que desear, eso está clarísimo hasta para sus votantes. Sus reformas son anti democráticas, se saltan la constitución a golpe de decretos amparados en su mayoría absoluta. Esto no es democracia, en ningunos de sus términos. Ellos dicen que el pueblo le ha dado la mayoría en las urnas para que gobierne
n y tomen la medidas necesarias para salir de la supuesta crisis, mera privatización y descomposición del Estado del bienestar, es decir, los derechos amparados por la carta de los derechos humanos, sanidad, educación, igualdad. El gobierno se escusa en que los recortes son males necesarios para salir del agujero en los que nos dejo el anterior gobierno. Ellos recortan derechos, y aumentan las obligaciones del pueblo con y para el Estado en forma de impuestos y subidas de todo tipo. Esto no es gobernar. Esto es un golpe de Estado encubierto. Sí, un golpe de Estado disfrazado, o amparado en una ley para unos pocos, los pudientes; el resto.. mano de obra..., casi esclavos de un sistema ciego, robotizado, vigilado por cámaras, y espiado por redes cibernéticas. Gobernantes dictatoriales, voceros de los grandes multinacionales. Golpe de Estado. Campanas suenan, campanas tristes. Golpe de Estado, en un sistema actual imposible de cambiar desde dentro, pues la corrupción campa a sus anchas. Un cambio de fuera a dentro se está produciendo, millones de voces que claman un día si y otro también, un clamor sin fronteras, universal. Ellos son el pasado, ni siquiera presente. En sus cárceles de oro no hay brillo, los siete pecados capitales campan a sus anchas en el hemicic
lo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tres poemas porno eróticos de amor y desdicha

El Molino de Dúrcal

Poema en prosa. María