Tres poemas porno eróticos de amor y desdicha
Amor prohibido I Erecto sol erosiona la tarde perra. Sudor de pieles resbaladizas. Danzan dos cuerpos al son de la boa, lenguas de agua fresca en caracolas saladas, se deslizan. Laberintos oscuros, donde tu nombre golpea, secretos tabernáculos, que gimen, la presencia de mi aullido de fiera. Zorra, abres el libro del placer en el versículo correcto. Ahí quería llegar. Al lugar donde tu alma tiembla, arañando mis muslos, pidiendo azotes, pidiendo que apriete tu cuello, que te ahogue en éxtasis, que te parta la vida en dos mitades. II Sopor de la tarde lenta, canícula de las cinco y media, abanico tu respiración, en el valle de mi espalda, canal abierta. El roce frío de tu amapola estremece mi monte en punta, abierta está mi caracola, al canto de las sirenas. Cosmos rebosante. Amor y muerte, pujanza llena. Resbaladiza espuma, hechicera estrella, devoras la belleza, con d
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