CASTIZOS DE PODEMOS


Castizos de Podemos

A menudo me recuerdas a alguien, cada día más. El movimiento surgido bajo el lema “no nos representan”, nada tiene que ver con lo que es hoy Podemos, aunque vuelve a tomar significado. Canalizado el descontento desde una plataforma televisiva, “La Tuerka”, después “Fort Apache”, un núcleo de indignados toma la iniciativa y dan el salto a la política estatal, siguiendo, en un principio, los modelos de participación del 15 M, círculos, debates, opiniones divergentes, propuestas, nuevos modos. Los de aquella plataforma televisiva de Vallecas, son los mismos que dirigen los hilos del partido. Establecen reglamentos y normas, y las expanden por el resto del país creando un nexo de unión, un objetivo, tomar el poder, desbancar el bipartidismo. Objetivo cumplido, enhorabuena chicos. Pero ya no basta, el círculo ya no es círculo, es un cinturón rígido de poderes dominados desde Madrid, con sucursales provinciales que tocan a la voz de una batuta. Sueldos e intereses propios y privados por medio, modos de control del viejo sistema. Si no está en el orden del día no se puede, si no se piensa igual, fuera, si no sonríes, aplaudes, y gritas cuando toca, eres un hereje, un infiltrado. Los niños bien de la casta siniestra, tupés, piercing, chupas negras, que no tenían hueco, han matado a sus padres, tienen hambre y ansia de poder. Dijo Iglesias aquello de lo rancio de la izquierda, y ahora esto empieza a oler, no corre el aire fresco, y la teoría empieza a pesar; porque esa pregunta hoy no toca..., y tu no eres de este partido..., y palabras antiguas e insultantes para aquel simpatizante que muestra su disconformidad; ipso facto es invitado a largarse. Ni siquiera los partidos de la antigua guardia tratan así a sus adeptos. Una vez dentro, dale movimiento, la realidad obliga, impera, domina.
Esto no es nuevo, me dice un amigo de noventa y un años, siempre ha sido igual, es todo un teatro, una farsa, el mismo perro con distinto collar, con la salvedad que hoy, si cabe, todo está aun más corrompido; es condición humana. Yo le contesto que la balanza debe estar lo más equilibrada posible, si no se vuelca, y no queda nada para nadie. Aparece José Luis Sampedro con su voz en off, desde el otro barrio, diciendo que el comunismo es el capitalismo de Estado; y luego interviene Orwell en la charla, con su 1984 debajo del brazo, hablando de un mundo post capitalista dirigido por un único partido, un líder supremo omnipresente, Gran Hermano, un mundo de control y manipulación absoluta, y aquello asusta, y me recuerda a Korea del Norte. Pim, pam, pum, toma Lacasitos, eso les gusta a todos, derecha, izquierda, centro, y para dentro, porque tenemos buena boca, ahí estamos todos de acuerdo, con discreción por supuesto. :-Pro, llámame para comer no para varear olivos. :-Usted qué quiere que le diga, que yo se lo vendo.
Así parece ser. Asesores de la vieja guardia cansados de hacer el trabajo asalariado, firmar con seudónimo, y mirar absortos, con una palmada en la espalda, como los aplausos se los llevaban otros; vieron la oportunidad, y tomaron las riendas de su propio caballo de batalla. Una vez frente a frente, en el mismo ring enmoquetado, las mismas artimañas de ataque y defensa; en casos extremos de dureza, consumir el tiempo es la táctica. El trabajo ha sido bueno chicos, mucho lo conseguido, enhorabuena. Quizás haya llegado el momento de cambiar fichas, pues la casta ya está amortizada.

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