Coronel Trautman: ¿sigues a la escucha...?

Coronel Trautman: ¿sigues a la escucha...?

            Los hombres de negro andan por aquí tomando nota: próximas elecciones a la vista -cambio y corto-. La Troika, el Fondo Monetario Internacional, las Agencias de rating, están con el ojo avizor a los próximos resultados, analizan exhaustivamente los riesgos crediticios y, mandan sus advertencias para que sean tomadas en cuenta por los partidos, y pongan en solfa al pueblo soberano. Así, el gran funcionario, comunica lo que los superiores mandan: cuidado que nos hemos salvado por los pelos, vayamos a equivocarnos con los novatos y mandemos todo al traste; esto es meter miedo, sin duda. Mientras tanto, el gran funcionario para un poco los motores de los recortes y la reestructuración del sistema,- no conviene sofocar al electorado que bastante aguante tiene-. Pero los jugadores del gran póker mundial tienen poca paciencia o ninguna.- Quieto parao- dice nuestro presidente- que pase el tornado electoral, dénos tiempo... mire usted, y en breve seguiremos con lo acordado: más recortes, menos derechos, más control económico, más brecha social.
            Lo cierto, es que durante mucho tiempo nos cebaron con pienso que no podíamos pagar, hasta que los grandes granjeros dijeron: basta; y cerraron el grifo, y empezaron a reestructurar la granja. Era demasiado el calvario al que nos habían sometido,- famélicos-, ahora había llegado la hora, después de repartido el botín, de volver a abrir el grifo, gota a gota, y soltar el pienso a la voz de pitas pitas.
            Y he aquí el dilema que se presenta: el voto.
            Tenemos la opción del miedo: seguir el proceso del nuevo orden, donde lo humano es un factor incómodo, y prima el desarrollo tecnológico y económico de algunas fuentes hermanas a los grandes poderosos, avaros de riqueza, control y poder. Tenemos la opción humanista, el crecimiento de las humanidades hacia un desarrollo del individuo, más allá de un mero zángano de la gran colmena. Esto es una nueva mira, una nueva conciencia, una globalización humanitaria, donde rija el imperio de la ley justa, donde el reparto de la riqueza sea lo más igualitario posible, en pro del desarrollo de los pueblos: una nueva forma de enfocar y hacer política.
            Pero los hombres de negro y sus jefes, que se reúnen en foros internacionales custodiados por ejércitos, no están por la labor, y amenazan: ¿habéis visto lo que le ha pasado a Grecia por no ser buenos chicos? Tened cuidado a quienes elegís como representantes.
            Y he aquí el dilema que se presenta: el voto.
            ¿Elegir lo mismo en plan masoquista?, ¿elegir lo mismo pero con unas formas y lenguaje, digamos..., más simpático? ¿Apostar por el cambio, teniendo en cuenta con quienes nos jugamos los cuartos- no nos vayamos a llevar desilusiones luego-? Empieza la campaña, dos meses antes, no hemos parado. Hartos, sí. Por supuesto. Pero responsables.
            ¿Hacía dónde nos dirigimos?
            Somos una unión de Estados, una Federación, Estados asociados. Bloques mundiales. Quizás nos dirigimos hacia un Movimiento Federalista Mundial, el Internacionalismo, un mundo cosmopolita, la aldea global que mira al espacio y dibuja croquis de próximos proyectos.


            Aclaración: (el coronel Trautman es el personaje que convence a John Rambo para que se entregue a las autoridades en la primera película de la saga: Acorralado)

Rubén Darío Vallés Montes. 2015.

Ilustración de Casimiro Casas. 2015.  http://casimirocasas.es/


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