Bienvenid@. Este es el blog de Rubén Darío Vallés, un cajón desastre donde comparto artículos, muchos de los cuales han sido publicados en periódicos. Además muestro poesías, cuentos, pinturas, etc... Ahora también cabecera de Terremotos Animados. Un saludo.
La incertidumbre de lo blanco. Pintura.
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La incertidumbre de lo blanco, hacia un resultado incierto, ensayo error, ensayo error, en el proceso fallido de creación, aprendizaje constante en lo imprevisto
Amor prohibido I Erecto sol erosiona la tarde perra. Sudor de pieles resbaladizas. Danzan dos cuerpos al son de la boa, lenguas de agua fresca en caracolas saladas, se deslizan. Laberintos oscuros, donde tu nombre golpea, secretos tabernáculos, que gimen, la presencia de mi aullido de fiera. Zorra, abres el libro del placer en el versículo correcto. Ahí quería llegar. Al lugar donde tu alma tiembla, arañando mis muslos, pidiendo azotes, pidiendo que apriete tu cuello, que te ahogue en éxtasis, que te parta la vida en dos mitades. II Sopor de la tarde lenta, canícula de las cinco y media, abanico tu respiración, en el valle de mi espalda, canal abierta. El roce frío de tu amapola estremece mi monte en punta, abierta está mi caracola, al canto de las sirenas. Cosmos rebosante. Amor y muerte, pujanza llena. Resbaladiza espuma, hechicera estrella, devoras la belleza, con d
Conocí el Molino allá por principio de los noventa. Ese lugar, aquel esplendoroso Molino de Dúrcal funcionaba por aquel entonces como Restaurante Escuela de Hostelería. Para alguien que no conoce la restauración de caché, aquel restaurante , la comida que servían, y sobre todo el servicio que se procuraba en la sala, era algo sorprendente y novedoso. Mantelería buena, cubertería perfectamente colocada, y unos camareros pulcramente uniformados, con cientos de protocolos para servir al comensal como oficio. El entorno tenía la magia y el encanto que procuraba la naturaleza y el rumor del agua fluyendo por aquí y por allí, y por ende, el susurro de pajarillos y el revolotear de las mariposas en primavera. Treinta años después he vuelto a pasear por esos parajes. El camino que lleva desde Dúrcal hasta el Molino se ha convertido en una escombrera, repletas de restos de obras, tuberías de cemento que asoman desde el suelo, hilos de agua que corren entre basura. Es el pre
La chica se llama María , gracias a D. Preciosa. Veintidós años. Morena, de pelo largo negro como la noche, andaluza de tez canela y ojos de miel recién abiertos a la primavera de la vida. Carita de niña adulta, velluda, carita de muñeca. Un cuerpo de Romero de Torres, realmente una chiquilla linda, con dientes blancos como la nieve pura, bien alineados y sanos. Su mirada seria, no sonríe, pero le hablo algo, porque estoy reventado de trabajar, y de esto y de lo otro de mi ya larga vida de buey. Así que le saco una sonrisa, y ella se abre un poco, no soy un mal tipo. Y me cuenta. Y no sé ni porqué ha sido. Compartimos asiento de atrás de un Citroën C5, con quince años de antigüedad, conducido por un hombre mayor de profesión chofer de bus, de la Carolina, Jaén. Ella va a Nerja, allí tiene a su novio, a su familia. Yo a Castell a relajarme y a saludar al mar poderoso como Neptuno. Así que me cuenta, y no sé decirte porqué, ni el cómo ha salid
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