Cucarachas y otras especies
Ayer por la mañana paseando por la Avenida Federico García Lorca,
paralela a la Avenida Juan Pablo II y a la carretera de Jaén, me
encontré una legión de cucarachas en procesión; una autentica
plaga de estos bichitos estudiados por los ingenieros militares de
Estados Unidos. Seguí mi paseo hasta el Centro Comercial Alameda por
la calle Mercedes Alta, en el Almanjayar bajo. La plaga de esta
especialidad gourmet tan valorada en países del oriente seguía
deambulando a sus anchas por aquellos alrededores. Hablando con
vecinos de la zona, mientras observaba los grafitis que está
realizando el Niño de las Pinturas en las paredes de aquel barrio,
me comentaron que estos animalitos eran uno más de la fauna que allí
habita: mosquitos como helicópteros, ratas como gatos, moscas negras
como mierdas de cabra, saltamontes cenicientos como gigantes
prehistóricos y demás especies alternativas; animales todos de mala
convivencia. Efectivamente, me adentré en la jungla, también
localizable por la explanada junto al Centro Albaicin y una guardería
que por esos lares existe; la maleza de todo tipo me llegaba por
debajo de los sobacos y los bichos me saludaban rozándome los
tobillos. Aquel descampado poblado por seres hermanos de nuestra
especie, zona limítrofe de nuestra querida Granada, es un pozo
inmundo de infecciones, insalubridad y peligros, acto para un
capítulo de Fran de la Jungla. Una zona nada cuidada y abandonada
por el Ayuntamiento de nuestra hermosa ciudad, que hace caso omiso a
las llamadas de los vecinos de esta zona que reiteradamente llaman al
Ayuntamiento para pedirle que sanee y arregle, por favor, jardines,
explanada, calles, etc... El río Barranquillo, confluencia del río
Morcillo y arroyo Bustamante, paralelo a la calle Mercedes Alta,
limítrofe con Kinépolis y Pulianas, es un terreno baldío de
cañaveral, zarzas, y hierbas variopintas que crecen en lo que un día
fue un pequeño humedal frecuentado por cigüeñas y otras especies
migratorias, que hace ya mucho tiempo abandonaron este paraíso
terrenal convertido con el paso del tiempo en escombrera residual y
caudal de aguas fétidas y mal olientes.
Ruego a nuestro querido y amado Ayuntamiento sanee el dicho
descampado insalubre para nuestros vecinos de la zona norte y toda la
ciudadanía de Granada, que es un foco de infecciones y un peligro
inminente de incendios y otras malas artes. Y arregle, si en su mano
está, el abandonado y maltrecho Barranco de San Jerónimo, terreno
por donde fluye el río Barranquillo, aguas que nacen en el Parque
Nacional de la Sierra de Huetor, desconocido por gran parte de la
ciudadanía de Granada que lo atraviesa diariamente al desplazarse a
hacer sus compras a dichos centros comerciales. Granada limpia y
saneada luce más. Tomen cartas en el asunto. Gracias.
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